No EL PAIS de hoje:
Ahora bien, tampoco es muy decoroso, como recuerdan los expertos, que nuestros empresarios y políticos se cuelguen ahora la medalla de la defensa del libre mercado. España también ha sido protagonista de maniobras intervencionistas. "No podemos jugar a ser los reyes del juego limpio. España se resistió en su momento a suprimir la acción de oro, se ha retocado la legislación del mercado eléctrico...", recuerda Jordi Fabregat.
El Gobierno español derogó la acción de oro en 2005, diez años después de su entrada en vigor con la Ley de Privatizaciones. La decisión llegó tras un largo pulso con la Comisión Europea. Desde 1998 Bruselas reclamaba a nuestro país la supresión de este blindaje. El Gobierno español nunca llegó a utilizar la golden share, pero la posibilidad de hacerlo bastó para frustrar la fusión de Telefónica con KPN, donde el Estado holandés tenía el 43% de las acciones, en 2000.
Además, cuando España no ha contado con la acción de oro, se ha valido de otros instrumentos. Rodrigo Rato, ministro de Economía con el PP, vetó en mayo de 2001 la compra de Hidrocantábrico por parte de la alemana EnBW y la portuguesa EDP. Para ello recurrió a una disposición adicional de la Ley de Presupuestos de 2000, que fijaba que cuando una empresa con capital público entraba en el capital de una empresa energética española, sus derechos políticos se limitaban al 3%. En el caso de la opa de E.On sobre Endesa, el entonces ministro de Industria, el socialista José Montilla, reforzó las competencias de la Comisión Nacional de la Energía para que pudiera analizar la operación bajo el prisma de la denominada Función 14. Bruselas se pronunció en contra de esta maniobra. Otra situación de blindaje, esta aún en vigor, se da en el gestor bursátil Español, BME: toda adquisición de acciones superior al 1% del capital debe contar con el visto bueno de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).
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